lunes, 3 de agosto de 2009

La Soledad




Cada gota de mi soledad, cada tenue fragmento de amor, cada cosa que pienso, que brota, que miento cayendo en la nada, sitiendo y muriendo. Y un simple resquicio de hoy atrapando el instante, y yo sigo partido por dentro, y de pronto viviendo y de pronto es así. Cada página en blanco y el estigma que abraza la piel, que da vueltas mi vida, las hipocresías. ¿Cuánto ame y para qué? El pasado que fue. Pero alguien tenía que ser, que se mire al espejo y no se pueda ver... Y no se pueda ver.
La soledad, la soledad. La memoria, el secreto, la duda, la limosna y la furia, el dolor, la lujuria de amarte. La soledad, la soledad, la soledad.
Es tan torpe vivir, tan brutal. El castigo de amar sin soñar como los espejismos son siempre los mismos, el espacio, el abismo me alejan de ti. ¿Es que acaso yo nunca creí que sería posible que alguien viva sin alma? Y yo vivo sin alma.
La soledad, la soledad. La memoria, el secreto, la duda, la limosna y la furia, el dolor, la lujuria de amarte. La soledad, la soledad, la soledad.

1 comentario:

  1. Yo sigo pensando que, a veces, la soledad también es necesaria. Necesitamos acostumbrarnos a estar con nosotros mismos, sin nadie más. Una vez que aprendemos a hacerlo, ya no se ve como algo peyorativo, sino como una circunstancia más...
    Un beso :)

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Dejando Los Cables Dormir

Dejando Los Cables Dormir
Sometimes we have to let the cables sleep.