domingo, 28 de marzo de 2010

Imaginarium

Imaginarium

Un golpe en la cabeza me despertó tirado en el suave pasto bajo la sombra del Árbol de la Vida. Al parecer una fruta del árbol había caído sobre mi cabeza. Sorprendentemente no estaba molesto, más bien alegre de tener, entonces, en mis manos una fruta tan deliciosa, sin mencionar que podía ver el sol que brillaba color anaranjado un poco más arriba del horizonte, combinando con el cielo amarillo (al parecer estaba amaneciendo, aunque no podría haber estado seguro, pues en Imaginarium los paisajes eran distintos cada vez). Esa vez eran campos lomados de pastizales verde petróleo y flores con forma de mariposas que cambiaban su color a cada segundo, de una belleza extraordinaria realmente. Bien alto en el cielo, centenares de pajaritos que volaban y cantaban a la vez, haciendo piruetas admirables para tan pequeños animalitos. Nunca en mi cuerda vida había disfrutado de tan increíble escenario.
Recostada a mi lado se encontraba Dalila, mi amada compañera, que aparentemente recién se despertaba. Su larga cabellera roja con mechones azules siempre resplandecía ante mis ojos. Recuerdo la primera vez que la vi, cuando entré al pabellón D, donde allí estaba sentada con la mirada perdida hacia la nada. Esa misma noche la llevé a conocer Imaginarium. Asombrada ante todo a su alrededor, me hizo escuchar por primera vez su voz, tan melodiosa, tan musical (de hecho creo que solo la he oído hablar en Imaginarium). También fue la primera vez que la vi correr, bailar, saltar, cantar e incluso reír (creo que también sólo hace eso en Imaginarium). Lo cierto es que fue amor a primera vista.
Volviendo a donde estaba, se sentó sonriente a un costado mío y compartimos la fruta del Árbol de la Vida. Jugosa y deliciosa como ninguna fruta fuera de Imaginarium. Sin previo aviso, se largó a llover. Me encanta la lluvia en ese lugar: pequeñas gotas de cristal que caían sin nubes y hacían todo más brillante. Dalila y yo nos levantamos del suelo y fuera de la sombra del árbol, nos abrazamos y nos besamos. Al cabo de unos minutos nos separamos, extendimos nuestros brazos, miramos hacia el cielo, cerramos nuestros ojos, abrimos nuestras bocas y saboreamos el gusto de la lluvia. Tenía un sabor dulce que hacía estremecer cualquier paladar: una mezcla de durazno y una fruta de sabor indescriptible que sólo crecía en Imaginarium.
De repente, el agua de lluvia tomó un sabor entre amargo y ácido, algo así como el gusto de un cóctel de humo, tabaco, tierra y algo que no llegaba a distinguir pero que sabía horrible. También las gotas de lluvia se volvieron más grandes, golpeando fuerte. Abrí los ojos y vi el cielo cubierto de oscuras nubes grises que relampagueaban. Miré hacia abajo y bajé mis brazos desilusionado: ya no había más lomadas de pastizales y flores extraordinarios, ni pajaritos que revoloteaban con tal gracia, ni árbol con deliciosas frutas, ni Dalila llena de vida. Ahora en cambio había un patio de barro delimitado con rejas adelante y un imponente edificio gris donde solía estar el Árbol de la Vida. Dalila estaba parada a mi lado, otra vez catatónica, con la mirada perdida en la nada. Empapados los dos, muertos de frío. Estas cosas no pasaban en Imaginarium, ya no estaba en Imaginarium, estaba de vuelta en la Ciudad de los Locos, aunque creo que ellos le llamaban Buenos Aires, mas de buenos aires no tenía nada. Para ser más específicos estaba de vuelta en el manicomio.
Loco me decían a mí por escapar de ese lugar y crearme un mundo nuevo, pero más locos estarían ellos por no creárselo. Muchas veces me pregunté qué tenía de bueno estar cuerdo en la realidad. No entendía por qué intentaban “curarme”. Prefería estar loco en Imaginarium que cuerdo en la Ciudad de los Locos.
Ya estaba llorando una vez más. Quería volver a Imaginarium.


Leandro Gómez.

.

lunes, 22 de marzo de 2010

Could it be any easier?

“Being happy doesn't mean that everything is perfect. It means that you've decided to look beyond the imperfections.” - Anónimo
Ser feliz no significa que todo es perfecto. Significa que has decidido mirar más allá de las imperfecciones.


Sin saber en realidad que fue lo que buscaba, de alguna manera sé que lo encontré. Correr y escapar no sirve de nada. Ahora lo sé y pude detenerme. La felicidad no se encuentra en todas las cosas que anhelamos testaruda e irrazonablemente sino en las cosas que tenemos, más allá de nuestros sueños, los deseos incumplidos y por cumplir. Sin embargo, y lamentablemente, no se sabe lo que se tiene hasta que se lo pierde. Es así que llegue a la única regla de la vida: vivir. Sólo vivir día a día, no importa el porvenir. No sabemos lo que el futuro nos depara, es un camino incierto. El pasado lo conocemos pero seguimos con dudas sobre él. lo que tenemos por seguro es el presente, el momento en el que estamos, el instante en el que vivimos.
Y es eso, sólo eso, vivir, sólo vivir. ¿Podría ser más fácil?

Chano


Sonríe-

.

viernes, 19 de marzo de 2010

¿Buena suerte? ¿Mala suerte?

Un anciano labrador chino tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día el caballo escapó a las montañas. Los vecinos del anciano labrador vinieron a darle las condolencias por la pérdida del caballo, pues sabían lo importante que era para el anciano la ayuda del animal. El labrador a todos les replicaba con un gesto de encoger los hombros mientras decía: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Una semana después el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos fueron a felicitar al anciano por su buena fortuna. Sin embargo éste les respondió lo mismo: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador que se limitó a decir: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Unas semanas después, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota lo dejaron tranquilo.
¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?

domingo, 14 de marzo de 2010

Melancolía II


A veces me encuentro a mi mismo creyendo saber lo que quiero, otras veces me encuentro tan confundido que ni siquiera pienso mis pensamientos. Cuando creo estar bien todo me tira abajo y cuando sólo hay oscuridad una esperanza nace dentro de mí, pero vuelve a fracasar en el intento de equilibrar esta pseudo vida.
Cansado, aturdido, molesto y confundido. Quiero irme lejos, quiero escapar. Olvidar de donde vengo y muy alto poder volar.
No tengo una enfermedad contagiosa, sólo un vacío en mi interior, una soledad creciente que no me deja seguir, que no me deja alcanzar el cielo azul. Situciones inesperadas que parecen cambiar mi realidad terminan siendo sólo el destello de falsas esperanzas.
Cansado, aturdido, molesto y confundido. Quiero irme lejos, quiero escapar. Olvidar de donde vengo y muy alto poder volar.

Un hermano, un amigo. Un amor, un camino.

martes, 9 de marzo de 2010

Viernes 3 a.m.

La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y te rompes la cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adiós y el reloj en tu puño marcó las tres. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa, cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas, te hace bien, tanto como hace mal; te hace odiar, tanto como querer y más. Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas. Cambiaste de sexo y de Dios, de color y de fronteras, pero en sí, nada más cambiarás y un sensual abandono vendrá y el fin. Y llevas el caño a tu sien, apretando bien las muelas, y cierras los ojos y ves todo el mar, todo el mar en primavera.
Bang. Bang. Bang.
Hojas muertas que caen, siempre igual, los que no pueden más se van.

Pedro Aznar y Charly García. Viernes 3 a.m.

sábado, 6 de marzo de 2010

Misunderstood


Nunca nadie me enseñó qué hay que hacer cuando hay demasiado caos, cuando no podés otorgar más que decepción, cuando tenés vergüenza de ser lo que sos. Esta vez se me fue todo de las manos, y nadie parece entender que hago lo que puedo y aunque haga mi mayor esfuerzo sólo logro destruir todo lo que puedo crear. La gente me pasa por arriba y pisa cada vez más fuerte. ¿Por qué me cuesta tanto vivir cuando debería ser más simple? ¿Es que no sé vivir? Si alguna vez sentiste odiar tu vida, si tuviste ganas de gritar lo más fuerte posible, si sentiste que te arrancaban el alma, si nunca fuiste lo suficientemente fuerte para sostener tu vida entonces esta vez no seré malentendido. Miro hacia atrás y sólo me veo con falsas esperanzas. Me destruye pensar que siempre va a ser así.


Hoy todo el drama que alguna vez me hizo llorar se mezcla para dispararle a mi corazón, las lágrimas caen una y otra vez y se me hace tan familiar. Grito y grito y cada vez que lo hago siento un estallido en el corazón que me dice que ya no aguanto más. Esta máscara ya no oculta la tristeza ni me ayuda a cargar con el peso de mi realidad. Necesito un Dios que me explique por qué esta vida es así.

lunes, 1 de marzo de 2010

Querido Señor Presidente

Querido señor Presidente, salga a dar una vuelta junto a mí.
Hagamos de cuenta que sólo somos dos personas normales y usted no es mejor que yo.
Me gustaría hacerle algunas preguntas si es que podemos hablar honestamente.

¿Qué es lo que siente cuando ve a todos los indigentes en la calle?
¿Por quién reza por las noches antes de ir a dormir?

¿Cómo se siente cuando semira al espejo? ¿Está orgulloso?

¿Cómo puede dormir mientras el resto de nosotros llora?
¿Cómo puede soñar sabiendo que una madre no tiene oportunidad de decir 'Adiós'?
¿Cómo puede caminar con la frente en alto?
¿Es capaz, siquiera, de mirarme a los ojos y decirme por qué?

Querido señor Presidente, ¿fue usted un niño solitario? ¿Es usted un niño solitario?
¿Cómo puede decir que ningun niño es dejado atrás?
No somos tontos ni tampoco estamos ciegos.
Están todos sentados en sus celdas mientras usted pavimenta el camino al infierno.

¿Qué clase de padre despoja a su propia hija de sus derechos?
¿Y qué clase de padre podría odiar a su propia hija si ella fuese gay?
Sólo puedo imaginar lo que la Primera Dama tiene para decir:
'Has avanzado tanto desde tu época de whisky y cocaína'.

¿Cómo puede dormir mientras el resto de nosotros llora?
¿Cómo puede soñar sabiendo que una madre no tiene oportunidad de decir 'Adiós'?
¿Cómo puede caminar con la frente en alto?
¿Es capaz, siquiera, de mirarme a los ojos?

Déjeme hablarle de trabajo duro: salario mínimo con un bebe en el camino.
Déjeme hablarle de trabajo duro: reeconstruir tu propia casa luego de ser arrasada por una bomba.
Déjeme hablarle de trabajo duro: hacer una cama con una caja de cartón.
Déjeme hablarle de trabajo duro. Usted no sabe nada sobre trabajo duro.

¿Cómo puede dormir por las noches?
¿Cómo puede caminar con la frente en alto?

Querido señor Presidente, usted nunca saldría a dar una vuelta junto a mí.

Alecia Beth Moore (P!nk)

Dear Mr. President

Dejando Los Cables Dormir

Dejando Los Cables Dormir
Sometimes we have to let the cables sleep.