Le arden los ojos, le cuesta ver.
Todo brilla y todo se oscurece.
Un asfixiante olor a humo, a madera y papel qemado.
No logra alcanzar la puerta, las llamas le obstruyen el camino.
La ventana es muy alta, pero es la única oportunidad de respirar.
Cenizas en lo que solía ser su reluciente vestido.
Le cuesta respirar, aún estando próxima a ese cuadrado de aire.
El calor se aproxima, la temperatura se torna insoportable.
Miedo, desesperación, valentía, dolor.
La única salida, la tuvo que tomar, ya no lo podía soportar.
Cada vez más cerca a su ventana, cada vez más cerca de la salida.
Ya no había esperanzaa, no había otra cosa por hacer.
Dió el último salto, se impulsó con todas sus fuerzas.
Sentía agua, sentía la lluvia.
Sentía el viento, respiraba aire, y no el espeso humo.
Veía luces pasar a toda velocidad.Veía recuerdos, memorias, momentos.
Veía su vida.
Y llegó el momento, llegó al lugar.
Chocó, impactó.
Ya no quedaba nada, todo se esfumó.
Buen relato, angustiante, mantiene la atención hasta el final!
ResponderEliminarGuau! Breve y atrapante. Muy bueno Chanito.
ResponderEliminar